De acuerdo con Jecklin, otra área de oportunidad que entrega el uso de manufactura aditiva y que aún no se aprovecha en México es la encontrada en el diseño y fabricación de moldes, ya que, en este caso, la impresión en 3D tiene la capacidad de mejorar el interior de dichas piezas. “Además, con esta tecnología tienes un mejor control del enfriamiento, por lo que puedes producir más piezas. Estamos hablando de rendimientos de producción distintos”, asevera el ejecutivo.
Durante el primer trimestre del año en curso, Aceros Progresivos Mexicanos comenzó a comercializar en México una máquina de manufactura aditiva da fabricación china. Desde aquel entonces, como menciona Jecklin, se han encontrado con “cierto rezago” en el mercado nacional, incluso en compañías globales del sector automotriz que en otros países ya fabrican piezas con esta tecnología, y en México aún no.
“Es como cuando se compraron las primeras teles a color. Hace 40 años, un aparato de TV costaba hipotéticamente cinco mil dólares. Ahorita con mil pesos te compras una televisión a color. Lo mismo está pasando con la manufactura aditiva”, agrega.