Muchas veces se ha dicho que es impropio hablar de América Latina como un todo, y es cierto. La región enfila este 2018 con diferentes panoramas y, sobre todo, un calendario electoral interesante.
Colombia vota en marzo y mayo; Paraguay, en abril; en Venezuela, la oposición ha rehusado participar en las presidenciales de abril; hay elecciones federales en México, en julio; los brasileños elegirán al sustituto de Michel Temer en octubre. No hay mucho lugar para las generalizaciones.
La cita con las urnas, sin embargo, no han afectado el optimismo de los empresarios españoles por el devenir de la región. Así lo confirma la undécima edición del informe Panorama de inversión española en Iberoamérica, realizado por el IE Business School con el patrocinio de Llorente & Cuenca, Iberia y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Durante su presentación en la Casa de América (Madrid) este jueves, el vicepresidente de Relaciones Externas del IE, Gonzalo Garland, señaló que España ha seguido invirtiendo en América Latina a pesar de la mejoría observada desde la Gran Recesión en los países de la eurozona. Según Garland, por lo tanto, la segunda gran oleada de inversiones españolas en el continente, detonada por la crisis, se ha consolidado, probando su ambición de largo aliento.
Para María Luisa Poncela, secretaria de Estado de Comercio de España, la inversión extranjera directa (IED) llegada desde la península aportó “una forma de hacer distinta”, espoleando la competitividad de las compañías locales, a la manera en que la IED europea hizo con las españolas. Muchas empresas españolas, según Poncela, se dieron cuenta en los años de la crisis global, de que subsistían gracias a su implantación en América, y hoy “han asumido que son locales”.
La secretaria de Estado se refirió a la numerosa red de tratados y acuerdos que la Unión Europea (UE) tiene con diversos países y regiones de América. A este respecto se mostró confiada en que “en un breve espacio de tiempo” se cerraría la modernización del acuerdo UE-México, que incluirá cuestiones antes ausentes, relativas, por ejemplo, a la protección de inversiones y el desarrollo sostenible. De igual forma, Poncela cree que el acuerdo con Mercosur, actualmente en negociación, tiene por primera vez posibilidades de salir adelante, tras “18 años” de conversaciones.
Argentina y Brasil ganan crédito
El coordinador del informe -y profesor de Economía del IE- Juan Carlos Martínez Lázaro apuntó que, el año pasado, las economías de América Latina comenzaron a estabilizarse a partir de marzo o abril; el final del rali alcista del dólar y en buena medida de la volatilidad de los tipos de cambio de países como México, así como la recuperación en los precios de las materias primas, sentó las bases de la recuperación.
La sincronía en el crecimiento de las grandes economías desarrolladas se ha traducido también en una visión favorable del desempeño de la región en 2017: un 64% de los empresarios de la muestra creen que el entorno económico mundial tendrá un impacto positivo en la región.
Destaca en concreto la mejoría en la percepción de la situación económica en Brasil y Argentina, que los empresarios encuestados valoran, respectivamente, con un 3,13 y un 3,55 sobre 5. En los primeros puestos de esta clasificación se mantienen los miembros de la Alianza del Pacífico, con Perú (3,98) a la cabeza, seguido de Chile (3,96), Colombia (3,87) y México (3,79).
Quizá la prueba más elocuente de la confianza de las empresas españolas es que el 99% de las sondeadas por el IE tiene previsto mantener o aumentar sus inversiones en 2018; es más, tres cuartas partes esperan incrementarlas, en países como México, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Chile y Argentina. Solo Venezuela aparece como lugar de salida de inversiones durante este año.
Mercados atractivos
El 59% de las compañías consultadas prevé crecer de forma orgánica en Iberoamérica en 2018, mientras que el 38% espera combinar esta estrategia con las adquisiciones. Dos tercios consideran que su negocio iberoamericano podría superar en importancia al español durante los próximos tres años, aunque en las pymes el porcentaje se sitúa en un más comedido 47%. En todo caso, pymes y grandes afirman muy mayoritariamente que su facturación regional aumentará en dicho periodo.
Martínez Lázaro destacó asimismo que el principal atractivo para pymes y grandes empresas es el mercado interno de los países iberoamericanos, muy por encima de variables como el acceso a materias primas o el acceso de libre comercio a terceros países. Con ello, vino a subrayar la idea de Poncela del compromiso a largo plazo de las empresas españolas con intereses en la región.
Finalmente, el estudio recoge un descenso generalizado en la percepción del riesgo asociado al tipo de cambio (si bien sigue siendo el principal escollo en países como México o Colombia), la desaceleración económica y la inestabilidad jurídica y política. Crece ligeramente la visión de la inseguridad ciudadana en México, Honduras, Guatemala, El Salvador y Brasil.
El informe se basa en una muestra de 105 empresas españolas (frente a las 77 de la anterior edición), entre las cuales 15 cotizan en el IBEX 35 y 17 en el mercado continuo.
Fuente: Economíahoy.mx