Japón, pieza clave en el fortalecimiento de la economía mexicana.

La legitimidad y el consenso con los que Andrés Manuel López Obrador llega al poder auguran un ambiente sólido para afianzar el papel de México en el actual escenario internacional.

En 2012 López Obrador afirmó: La política exterior en nuestro gobierno estará fundada en valores históricos de independencia y libertad; con una política que promueva el desarrollo y la democracia para hacer de México un país respetado y respetuoso. Su estrategia se resume en su lema: la mejor política exterior es la política interior.

Japón es una pieza clave. Unen a estos dos países más de 400 años de relaciones y 130 de historia diplomática. El Comunicado Conjunto México-Japón para la Asociación Estratégica Global y el Crecimiento Económico en el Siglo XXI, que destaca el tema del Acuerdo de Asociación Económica entre México y Japón (AAE), reconoce en Japón a un socio estratégico para avanzar en sectores de punta que diversifiquen el comercio y la inversión como la aeronáutica civil y el farmacéutico. Durante la visita del primer ministro, Shinzo Abe a nuestro país en julio del año 2014, México enfatizó la solidez de la relación y confirmó la confianza mutua como socios globales estratégicos.

Sin embargo, México tiene aún pendientes para eficientar las relaciones. Según datos de la Secretaría de Economía, las exportaciones de México a Japón fueron de 1,470,012 mil dólares en 2005, año de entrada en vigor del AAE y de 4,038,517 en 2017, mientras que las importaciones fueron de 13,077,780.1 mil dólares en 2005 a 18,184,828 en 2017, reflejando un déficit de -14,146,311. De manera que si se desea alcanzar un máximo aprovechamiento de los vínculos con Japón, se requieren acciones concretas: a) conocer el mercado japonés y entender la calidad de su consumidor; b) impulsar a nivel nacional cadenas productivas que agreguen valor a nuevos productos, con especial atención en las pequeñas y medianas empresas, y c) considerar el potencial mexicano de otros sectores distintos al automotriz y otras regiones diferentes al Bajío.

La reciente visita a México del ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Taro Kono, muestra el interés de Japón por fortalecer las relaciones y aprovechar las ventajas que el mercado mexicano ofrece. Para México, el momento político actual otorga una oportunidad para cambiar el rumbo y emprender estrategias que incentiven eficientemente la diversificación. México ofrece como bono la existencia de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que estimula la inversión extranjera deseosa de acceder a mejores condiciones a ese mercado. Japón ofrece su liderazgo en grupos como el Tratado Integral Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11), su posición económica y geográfica es fundamental. El embajador de Japón en México, YasushiTakase, afirmó que en el marco del TPP11, México encontrará nuevas oportunidades para fortalecer las relaciones bilaterales económicas, no sólo en el sector automotriz, sino también en el energético y en el de la industria agroalimentaria.

Finalmente, López Obrador tiene como prioridad la política interna fincada en la promoción del desarrollo del país.

Sin duda los vínculos con Estados Unidos son ineludibles para la política exterior mexicana, pero existe una profunda necesidad de diversificar las relaciones económico-comerciales; Asia Pacífico es la región más dinámica y Japón, por su trayectoria y vínculos históricos, es piedra angular para México.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *