Buscar alternativas tecnológicas viables y a corto plazo para la transformación de biomasa vegetal en biocombustibles con el fin de sustituir a los combustibles fósiles, será uno de los objetivos del recientemente inaugurado Laboratorio de Futuros en Bioenergía del Cinvestav en Guadalajara, México.
Uno de los responsables de estas investigaciones que buscan desarrollar nuevas tecnologías para la producción de biocombustibles, Arturo Sánchez Carmona, comentó:
“Debemos considerar dos factores: que la Reforma Energética sugiere que en el 2018 tenemos que emplear el bioetanol, en un mezcla 5.8 por ciento en la gasolina; y que el bioetanol que se consuma en México tiene que fabricarse en el país”.
¿Cómo cumplir con estos objetivos?
El investigador explica que el nuevo laboratorio operara bajo tres lineamientos que atenderán directamente a la investigación y el desarrollo tecnológico:
Diseño Conceptual de Biorrefinerias
Análisis de Sostenibilidad de Biorrefinerías
Deconstrucción de Biomasa
El primero se encargará de construir modelos matemáticos para la obtención de descripciones completas del funcionamiento de las fabricas de bioetanol y bioproductos con el fin de determinar costos de producción y su relación energía-producto. La segunda linea de trabajo será la responsable de determinar si estas biorrefinerías tendrán un impacto positivo en el ambiente y la sociedad, tomando en cuenta factores como la cantidad de emisiones que generará, el consumo de agua y otros recursos, así como la cantidad de residuos que emitirá.
Acerca de la tercera parte, Arturo Sánchez comenta que:
“tiene que ver con formas de debilitar la estructura lignocelulósica para hacer más eficientes las etapas posteriores como la hidrólisis enzimática, la fermentación o la purificación para obtener el bioetanol en una biorrefinería de plataforma bioquímica”.
El laboratorio cuenta con diversos convenios e intercambios científicos y tecnológicos tanto a nivel nacional como internacional, un ejemplo de esto es que actualmente el laboratorio es la sede tecnológica del clúster de bioalcoholes, del Centro Mexicano de Innovación en Bioenergía, una iniciativa de la Secretaría de Energía, que tiene como objetivo el desarrollar tecnologías, productos y servicios con energías renovables basadas en el uso de biomasa.
“En este clúster, el Cinvestav trabaja en la producción de bioetanol para el sector automotriz a partir de residuos agrícolas. Somos 11 instituciones, nueve mexicanas y dos extranjeras, así como seis empresas mexicanas. El objetivo es promover la incorporación de tecnologías en el país para producir biocombustibles de segunda generación a partir de residuos agrícolas, como lo es la paja de trigo, el rastrojo del maíz, el bagazo de caña, entre otros”
Estas investigaciones tendrán un impacto directo en la calidad de vida de la población, ya que el bioetanol es capaz de sustituir a los aditivos de combustion que se emplean en las gasolinas para que alcancen la potencia necesaria que requiere el motor. Actualmente se utilizan sustancias como el éter MTB que es altamente contaminantes.
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