
Con el desarrollo de la zona industrial de San Luis Potosí, potencializada por la industria automotriz, y pese a la falta de una política de crecimiento económico definida a escala nacional, la entidad se mantiene al alza en oferta de empleos e inversión.Así lo señala la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y subraya además la importancia de las empresas proveedoras de la planta armadora de vehículos japoneses Toyota ubicada en Apaseo El Grande, en la vecina entidad de Guanajuato.
El presidente de Coparmex en San Luis Potosí, Julio César Galindo Pérez, reconoció que avanza el desarrollo económico de la entidad gracias a que cuenta con una Zona Industrial muy madura y fuerte. Con la presencia de la armadora, indicó en un comunicado, se generará más empleo formal e inversión en dicha región del país.
En San Luis Potosí hay dos grandes armadoras y más de 200 empresas proveedoras, entre nacionales y extranjeras, que tienen la capacidad de impulsar la economía local.
Julio César Galindo Pérez, presidente de nuestro Centro Empresarial en SLP, también resaltó que 200 empresas proveedoras, entre nacionales y extranjeras, que tienen la capacidad de impulsar la economía local. Metalsa es una de las compañías instaladas en la entidad, que en la actualidad fabrica insumos para Toyota, fabricando chasises para la pick up Tacoma.
En el país, durante los últimos años la armadora General Motors se ha posicionado como la número uno del país, seguida de Nissan y Chrysler. La primera produjo alrededor de 3 millones 200 mil unidades, Nissan 3 millones 112 mil y Chrysler 2 millones 267 mil y Volkswagen con un millón 744 mil que resultan en aproximadamente 15 millones de vehículos que en su gran mayoría son para exportación, en particular para Estados Unidos.
También en los últimos años, la producción de Nissan a disminuido, a partir de 2016, por lo que los gobiernos estatales donde tiene presencial fabril deberán cooperar en encontrar una estrategia con la armadora a fin de rescatar la producción y por tanto la exportación de vehículos, declaró el presidente del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Jael Pérez Sánchez.
La industria automotriz de Aguascalientes no registró crecimiento en 2017, aunque en el 2018 registró un aumento de 22 por ciento, al pasar en cuanto a exportaciones de 7 mil 830 millones de dólares a 9 mil 618 millones de dólares. En 2019 hubo una baja en la producción comparada con los dos años previos, es decir, hay una desaceleración por motivo de la baja en la demanda.
Nissan disminuyó su producción el año pasado si lo comparamos contra 2018 en 11.8 por ciento, y con 2017, disminuyó también en 18.9 por ciento; situación que contrae la economía de Aguascalientes, señala Pérez Sánchez.En la zona del Bajío, y en contraste con el gran desarrollo que mantuvo la industria en la última década, al cierre de 2019 la renta de espacio nuevo de parques industriales en la región tuvo una contracción de 30 por ciento en comparación con el año anterior, cuando registró un aumento de 8.75 por ciento, según la consultora Datoz.
En la base de datos de la consultora regia, especializada en bienes raíces e industriales, se observa que la baja coincidió con la desaceleración de la actividad industrial en los estados que componen la región durante los primeros 10 meses del año pasado, después de registrar fuerte crecimientos en años anteriores, de acuerdo con datos del Inegi.Por ejemplo, en el caso de San Luis Potosí, a tasa anual, la actividad industrial se desaceleró 3.95 por ciento, mientras que en Guanajuato la reducción fue de 2.33 por ciento.
En Aguascalientes la contracción fue de 1.35 por ciento, tasa similar a la caída de 1.33 por ciento de Querétaro.Sergio Mireles, director general de Datoz, señala que la baja de renta de espacio nuevo de parques industriales estuvo ligada directamente a la desaceleración del sector automotriz.
“Guanajuato y Querétaro, que son dos de los mercados más importantes de la región reflejaron disminuciones en su absorción total bruta, con 51 y 41 por ciento, respectivamente, pero también reflejaron menor cantidad de absorción atribuible a actividades manufactura”, detalló el directivo.
De acuerdo con información de la consultora, el año pasado la ocupación de espacio industrial por parte del sector automotriz tuvo una alta concentración en los estados del Bajío.
Cuando Mazda llegó a Salamanca para preparar el establecimiento de su planta, el municipio se caracterizaba por ser una zona agrícola. Han pasado nueve años y otras armadoras, como Toyota, se han instalado también en Guanajuato, y una gran cadena de proveeduría automotriz se ha desplegado.
“Desde el 2011, debido a los buenos resultados en ventas que estábamos teniendo en México, la compañía decidió sacar de Japón por primera vez una planta de producción; se inclinaron por Salamanca y antes no había nada, no sólo en este terreno, sino en todo el municipio”, comentó en entrevista Miguel Barbeyto, CEO de Mazda México.
“Lo que vemos ahorita de restaurantes, hoteles, comercios, supermercados, esto es gracias al lanzamiento de la planta”, argumentó Miguel Barbeyto.
Esta semana, el complejo fabricó la unidad un millón tras 6 años de operación, una camioneta CX-30 que se une a los Mazda 2 y Mazda 3 que se hacen aquí y que se exportan a más de 30 países.
En México, Mazda ha tenido operaciones durante 15 años y pasó de ser una empresa virtualmente desconocida a ser una de las 10 marcas de autos más vendidas.
“Se dice fácil, pero en 15 años ha sido un trabajo titánico de todos, en diciembre llegamos a 500 mil unidades vendidas, el año pasado logramos por segundo año consecutivo el primer lugar en satisfacción al cliente. Todo lo que hemos estado sembrando lo estamos cosechando”, apuntó el directivo.
Muchos de quienes trabajan en esta planta pasaron de realizar actividades rurales a trabajar en una línea de producción de vehículos que se comercializan en Estados Unidos, Canadá y hasta en el mismo Japón.
De hecho, Guanajuato alberga una comunidad japonesa de más de 3 mil personas.
“Saber que una compañía a nivel mundial se fije en nuestro País porque le ve el potencial nos llenó de orgullo, pues sólo habían pasado seis años de la llegada de la marca”, expresó Barbeyto.
“Además, invirtieron una gran cantidad de dinero en un lugar que prácticamente era desconocido para ellos; algo hicimos bien, y por algo una compañía japonesa se fijó en México”.